SISTEMA JUBILATORIO

Capitalización Solidaria

El trabajador argentino ve cómo más del 11 % de su salario se descuenta para jubilación, pero cuando pregunta cuánto acumula o cómo se calcula su futuro, recibe silencio. Eso revela la realidad: el SIPA se volvió un pozo donde el esfuerzo colectivo financia un gasto que no vuelve.

Hoy, con apenas 1,4 aportantes por jubilado, el modelo solidario está quebrado. Los aportantes desconfían y los jubilados sobreviven con haberes insuficientes. En lugar de abrir el sistema, el Estado lo sigue usando como caja política.


De las AFJP al abuso público

El avance de las AFJP convirtió el ahorro previsional en un negocio financiero. La estatización posterior trajo exceso de opacidad: el ANSES administra enormes fondos —más de 80.000 millones de dólares— sin rendir cuentas claras.
Ese dinero, que pertenece a los trabajadores, se utiliza para déficits, programas sociales y hasta campañas electorales. Un atraco maquillado como solidaridad.


Capitalización solidaria: la tercera vía posible

No proponemos volver a las AFJP ni insistir con el reparto insustentable.
Proponemos un modelo mixto y transparente: capitalización solidaria:

  • El 70 % del aporte es capitalizado en la cuenta del propio trabajador.
  • El 30 % restante se destina a un fondo común solidario, que garantiza jubilaciones mínimas y pensiones.
  • Los fondos siguen siendo públicos, administrados con control ciudadano (via un Consejo Federal Previsional) y auditorías permanentes.
  • La rentabilidad dependerá del crecimiento del PBI nominal o de instrumentos públicos de bajo riesgo, evitando la especulación financiera.

Este régimen combina justicia con solidaridad: protege al más vulnerable y reconoce al que aportó.


Que el aporte vuelva al aportante

El aporte previsional es ahorro diferido, no un impuesto.
Cada peso tiene que estar trazado, con su destino y rendimiento. Si se usa para financiar otra cosa que no sea jubilaciones, deja de ser solidaridad para convertirse en confiscación.
En este modelo, los aportes solo pueden destinarse al sistema previsional y toda operación será pública, transparente y sometida al control ciudadano.


Beneficios concretos

Con capitalización solidaria:

  • Se reduce el déficit previsional.
  • Se recupera el sentido del aporte y se incentiva la formalidad.
  • Hay ahorro interno para inversión productiva.
  • Se corrige la injusticia entre aportantes y beneficiarios de moratorias.
  • Se recupera la confianza en la jubilación como derecho, no como limosna.

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