Trabajo y Primer Empleo:
El mercado laboral argentino está frente a un quiebre histórico.
- Alta deserción educativa: miles de jóvenes abandonan el secundario o ingresan a la universidad sin terminarla, quedando sin herramientas básicas para competir.
- Cambios tecnológicos acelerados: la inteligencia artificial, la automatización y la digitalización eliminan trabajos tradicionales al mismo tiempo que crean nuevos, para los que los jóvenes no están preparados.
- Empleos precarios: la primera puerta que se abre suele ser la informalidad o la changa, sin aportes, sin capacitación y sin perspectiva de futuro.
El resultado es claro: los jóvenes argentinos son los que más sufren el desempleo y la precarización. Y las PyMEs, que podrían ser el motor de la incorporación, no se animan a contratarlos por los costos iniciales y el riesgo de futuros juicios laborales.
La propuesta
Impulsar un Plan Nacional de Primer Empleo Registrado, basado en un esfuerzo compartido entre Estado, empresas y jóvenes:
- Contrato de Primer Empleo con Capacitación
- Jóvenes de 18 a 29 años ingresan a trabajar en relación de dependencia plena desde el primer día.
- La empresa debe garantizar capacitaciones certificadas en oficios, tecnología o procesos productivos, vinculadas a su actividad.
- El Estado cubre hasta el 50% del salario inicial durante los primeros 6 meses, y el 30% en los siguientes, para aliviar la carga empresarial.
- Incentivos a las PyMEs
- Reducción de cargas sociales y blindaje legal: mientras dure este contrato, las empresas que cumplan con capacitación y registración estarán exentas de futuros juicios laborales vinculados al período de prueba.
- Créditos fiscales por formación y acceso preferente a programas de crédito público.
- Garantía de continuidad
- Pasado el primer año, si el joven completa la capacitación, la empresa debe ofrecer la incorporación como trabajador registrado efectivo.
- Empresas que despidan o incumplan pierden automáticamente todos los beneficios.
El impacto
- Para los jóvenes: trabajo real, salario digno y obra social, más capacitación certificada que aumenta su empleabilidad a futuro.
- Para las empresas: reducción de costos de ingreso y eliminación del riesgo judicial, con la posibilidad de formar a sus propios trabajadores según necesidades concretas.
- Para el país: menor informalidad, más productividad, y una generación de jóvenes que no queda descartada por el sistema.
Nuestro compromiso
“Voy a llevar al Congreso una ley que encare el mayor desafío del trabajo en Argentina: el primer empleo joven. No alcanza con discursos ni con changas disfrazadas de programas sociales. Hace falta un esfuerzo real del Estado, con reglas claras para que los jóvenes puedan entrar al mercado laboral en blanco, y las empresas puedan contratar sin miedo ni costos imposibles. El futuro de la Argentina depende de que nuestros jóvenes tengan un primer trabajo registrado, con capacitación y dignidad.”