Aysam Y Los Aumentos Tarifarios Desmedidos: Un Golpe Al Bolsillo De Los Más Vulnerables
Pasadas las elecciones, las subas cargan contra los usuarios que afrontarán
tarifas acumuladas del 300%. El laberinto anual de una empresa estatal ineficiente y deficitaria.
En el período 2023-2024, el servicio de agua y saneamiento provisto por la empresa estatal AySam ha experimentado incrementos tarifarios que han superado ampliamente la inflación; a decir verdad, la han triplicado. En el año 2023, la tarifa acumulada alcanzó un alarmante 132.46%, mientras que en 2024 se espera que llegue a un exorbitante 301.78%.
Las alzas desproporcionadas se presentan en un contexto donde la inflación está en declive, con expectativas de menos del 4% para agosto y de 0% para septiembre y octubre. Sin embargo, AySam ha decidido aplicar aumentos que son cinco veces más que la inflación en agosto.
Las subas son acumulativas y además se les aplica un cargo del 20% para la inversión en obras de Renovación de Redes. No obstante, estas últimas han demostrado ser insuficientes, parches repetidos una y otra vez. Esta situación arroja una tarifa de agua y saneamiento impagable para los hogares más vulnerables, aún más sin el ofrecimiento de una tarifa social por parte del Gobierno provincial- a diferencia de los servicios de electricidad, gas e incluso agua en otras provincias-.
Es evidente que tanto AySam como el Gobierno buscan aprovecharse de la situación política e inflación del país para hacer más caja política. Estos incrementos no sólo son desproporcionados, sino también insultantes. Además, la empresa pretende añadir un 20% adicional para «inversiones futuras», justificando esta suba con gastos como el arreglo de veredas. ¿Desde cuándo se consideran estos gastos como inversiones futuras? Parece un intento de pasar gastos corrientes como inversiones para justificar aumentos adicionales.
Este golpe directo al bolsillo de los usuarios familiares se propina sin reparos en las familias endeudadas. Mencionan la inflación y el tipo de cambio como justificaciones, pero no es el ciudadano promedio quien debe pagar por la falta de previsión o gestión de la empresa.
Antes de pensar en aumentar las tarifas, AySam debería buscar formas de ser más eficiente y reducir costos internos, especialmente los gastos políticos que nadie audita. La empresa cuenta con más supervisores que empleados; un alto grado de corrupción con las empresas tercerizadas que se enriquecen junto con los políticos que las colocan, y negociados con estudios jurídicos que triplican el valor de una deuda.
El prolongado tiempo y las reiteradas reparaciones de las pérdidas a lo largo de la provincia- cada vez más frecuentes- son consecuencia directa de tener que potabilizar el doble de lo que se consume en los hogares, trayendo duplicación de gastos en agua cruda, cloro, químicos, electricidad y mantenimiento. Este intento de aumento huele a corrupción y falta de transparencia. Pasadas las elecciones, las subas cargan contra los usuarios cautivos de un servicio público esencial.
Es hora de que los funcionarios públicos y las empresas estatales aprieten el cinturón y dejen de ser fuente de corrupción y enriquecimiento de algunos pocos. Desde su estatización en 2010, AySam ha sido deficitaria, con incrementos tarifarios anuales y subsidios estatales debido a su mala gestión y falta de inversión en infraestructura.
En vez de pedir más tarifas y subsidios, se requiere que verdaderos profesionales administren AySam, elegidos por concurso público y con independencia del Gobierno de turno. También es necesario que el EPAS sea un órgano de control independiente, sin que sus cargos sean designados políticamente.
Este año, aunque las precipitaciones níveas en la cordillera aseguran agua, la falta de inversión en AySam hará que el agua falte en los barrios más vulnerables. El derecho al agua es un derecho humano protegido constitucionalmente.
Por Dr. Mario N. Vadillo. Especialista en Defensa del Consumidor
Nota de prensa: https://www.biencuyano.com.ar/?p=78033